7 de junio de 2011

Llueve. Y hoy más que nunca me acuerdo de ti. De tus besos. De ese rincón. De esas tardes a escondidas de todo el mundo. Besándonos. Hasta desgastar nuestros labios. Sin importarnos el tiempo. Ni la gente. Esos momentos en los que solo existíamos tú y yo. Los dos. Solos. Sonriendo. Soñando. Abrazándonos. Y ahora, todo da igual. Mis recuerdos se van poco a poco y no hay nada que puedas hacer para impedirlo. Solo te pediré una última cosa. Nunca olvides esos días. Esos pequeños detalles. Por favor, nunca me olvides a mí. Nunca olvides que supe hacerte feliz. Que te quise como a nadie. Nunca olvides que fui única para ti. Tanto como tú lo fuiste para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario