Tengo que confesar que hay noches que no dejo de pensar en vos. Es inevitable recordar lo que fuimos, lo que eramos. Te extraño, extraño lo que eras para mi. Hasta los errores y las peleas las considero como buenos recuerdos, porque me ayudaron a aprender mucho. Admito que extraño tu perfume, tus besos, y tu mirada. Soy fuerte y me siento capaz de mirarte a la cara y decirte de frente, que aunque te quiero, y te voy a querer siempre puedo seguir sin vos.