4 de julio de 2011

La vida no es perfecta y muchas veces resultamos heridos sin darnos cuenta,  por forzar cosas que ya estaban muertas. Por una relación que amábamos y deseábamos, pero que con el tiempo se fue desgastando. Y a pesar de hacer lo imposible para mantener el fuego, para encontrarle algún sentido a ese tiempo; caemos. Ilusamente, nos enroscamos por cosas que podrian haber pasado. Por cosas que podriamos haber dicho o haber hecho, pero no hay un botón donde apretar que nos lleve tiempo atrás. No hay ninguna lágrima que nos pueda salvar, ni un par de excusas que logren resucitar algo que ya no va más. Y te preguntas ¿Porqué no actué cuando debía actuar? ¿Porqué no ame cuando debía amar? Ninguna respuesta te va a llenar. Ninguna generará satisfacción, y casi todas traerán dolor. Dolor de un recuerdo vivo, dolor de haber sentido y haber perdido. Inevitablemente alguien fue causante del final, o alguna acción no resulto ideal, pensas. ¿fueron celos? ¿fue alguien más? ¿fue el tiempo que hizo que el amor se fuera así no más? Nos sumergimos en aguas peligrosas de la memoria; nos envenenamos con intrigas que no llevan a ningún lugar; Nos mareamos con contradicciones que el paso del tiempo fue dejando atrás. Pareciera imposible de cerrar esta historia sin poder olvidar. Pareciera imposible cicatrizar esa herida que nos creamos al dudar, pero para todo hay un tiempo. Para el pasado y para lo que vendrá. Para las cosas que pasamos y las que ya no están. Para eliminar las emociones y para poderlas curar. Para renunciar a sentimientos y para traer otros nuevos. Pero ¿cómo saber que reacción y que conciencia nos traerá? ¿cómo imaginar que el tiempo puede llegar a poner todo en su lugar? ¿como mirarlo y no sentir algo? ¿Como despegarse de ese pasado?Vamos callando y otorgando. Vamos muriendo lentamente, hasta que de un sopapo alguien nos despierte. ¿Es tan complicada la vida? ¿O somos nosotros que la hacemos así ? Ojala todo fuera más sencillo y más fácil, sin fingir sentimientos. Sin fingir que no me importas para poderte olvidar, sin mentir o sin recordar. 

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